SEMANA 6

Semana 6 en Lituania eso significa que ya estamos en la mitad de nuestra estancia en Vilnius, no se cuantas veces lo he dicho ya pero el tiempo se me esta pasando volando, supongo que eso es bueno ya que lo estoy disfrutando y aprovechando al máximo.

Esta semana ha estado llena de planes bastante tops. Para empezar fui con Miquel al museo de las victimas del genocidio, que es bastante conocido aquí en Vilna. El museo era muy interesante, estaba lleno de imágenes, fotografías, trajes y armas que utilizaron durante la ocupación soviética. La parte que mas me impresiono del mueso fue el sótano, allí permanece lo que fue la prisión donde se hallan las celdas y salas de tortura que la KGB utilizó con los presos lituanos entre 1944 y la década de 1960. Pero cuando parece que ya lo habíamos visto todo llegamos a la sala de ejecuciones, donde un breve vídeo muestra como se aniquilaban uno tras otro a los lituanos. Incluso en la pared se pueden ver las huellas que dejaron los disparos de las armas rusas.

A lo largo de esta semana hemos estado quedando mucho mas con los dos gallegos que nombre en mi anterior blog, hemos hecho barios planes con ellos, como ir al +++, ir a un concierto el cual llegamos cuando ya había acabado (pero bueno el sitio era bastante bonito) y con ellos también hicimos el mayor descubrimiento desde que estamos aquí en Vilna. Este descubrimiento empezó un sábado después de salir de Salento, sobre las 8 de la mañana. De verdad que no se que nos dio pero no se nos ocurrió un mejor plan que ir a Green Lakes (un lago) que estaba a nada mas y nada menos que 1 hora en bus y 30 min caminando. A esta pequeña aventura se apuntaron los dos gallegos, dos sevillanas bastante majas y Miquel. Después de coger barios buses llegamos a Green Lakes, ahora solo faltaba encontrar el lago donde se podía bañar. Con altavoz en mano empezamos la caminata, en teoría estaba a media hora pero al final acabamos caminando 2 horas perdidos por el bosque. La verdad que llego un punto en el que me daban ganas de llorar ya que no parábamos de dar vueltas sin rumbo, pero al final pudimos llegar al lago y la verdad que valió la pena. Es un sitio precioso rodeado de naturaleza donde nos pudimos dar nuestro primer bañito del año, oficialmente mi lugar favorito de Vilna.

Esto ha sido todo por esta semana, para acabar os dejo con una foto de unos globos aerostáticos que me hizo mucha ilusión ver jeje.