Semana 7

Esta semana ha empezado bastante bien, pero ha terminado con una experiencia un poco traumática.

Mejor empiezo contando la parte buena. Volvimos a ir a mi sitio favorito aquí en Vilna aka Green Lakes, pero esta vez no nos perdimos y llegamos mucho más rápido. Cuando llegamos allí nos unimos con unos chicos de León que ya conocíamos y que estaban haciendo una barbacoa. La verdad que prender la barbacoa no es su fuerte pero al menos son majos. También intentaron hacer un asador de pollo a lo modo clandestino, pero no tuvo mucho éxito, básicamente quemaron el pollo. Finalmente nos fuimos a dar un baño en el muelle, donde había más españoles, la verdad que eso parecía más España que Lituania. En conclusión, me lo pase muy bien y salieron unas fotos bastante top.

Hasta aquí ha llegado la parte buena de esta semana, ahora procedo a contar la mala. Para empezar nuestros amigos gallegos nos han abandonado, eso sí, fuimos al último Salento para que se despidieran bien de Lituania. Después de su partida todo fue a peor, yo ya llevaba unos días con un dolor de garganta infernal, no podía comer, beber o tragar mi propia saliva sin morirme, la verdad que me empezaba a preocupar un poco porque no era normal. El sábado decidí escribir a mi jefa por si me podía decir un hospital donde me pudieran atender y que me dieran antibióticos, muy maja ella se ofreció a llevarme. Llegamos a urgencias a las 6 de la tarde, pero no me atendieron hasta las 9 de la noche (yo evidentemente me estaba muriendo del dolor todo el rato). Finalmente, una chica muy maja me chequeo y me dijo que probablemente solo necesitaría antibióticos, pero por si acaso me harían una ecografía (solo diré que bendita ecografía). Al parecer tenía pus interno en la amígdala y me lo tenían que extraer de inmediato, pero tenía que esperar al doctor, ya que esta chica me lo intentó extraer, pero no localizaba el pus.

Después de estar esperando un buen rato, llego el doctor (estaba muerta de miedo). Me explico brevemente que es lo que me iba a hacer y si ya de por sí no estaba lo suficientemente nerviosa me dijo que si no podía extraerme el pus me tendrían que operar de inmediato, superguay todo. Se puso manos a la obra y sin anestesia ni nada me clavo la jeringa en mi amígdala y saco el pus a la primera, pero esto no acababa aquí, ya que cogió un bisturí y me rajo la amígdala para que saliera todo, ESTO SIN ANESTESIA, creo que nunca había gritado tanto en mi vida, en plan el hospital y los doctores superguay pero ns el método bastante clandestino. Eso si el dolor se me paso de inmediato y me sentía mucho mejor. Me recetaron antibióticos y hasta las 12 de la noche no volví al hotel. La verdad que doy gracias a mi jefa porque estuvo en todo momento y no me sentí tan sola, es la mejor :)

Bueno hasta aquí mi experiencia traumática en Lituania, no todo podía ser bueno jeje. Os seguiré informando